Prevención: el mejor tratamiento en la salud bucal del adulto mayor

AUTOR: Mauricio López Gutiérrez

Resumen

Hoy en día, la población de adultos mayores ha aumentado significativamente, así como la importancia de tener más conocimiento sobre sus patologías y la forma de controlarlas. Se ha observado que el adulto mayor está expuesto a múltiples factores, tanto externos como internos, que hacen indispensable identificar las necesidades fundamentales del paciente para la correcta planificación del tratamiento médico.

La odontología en este campo de trabajo juega un papel importante para la calidad de vida en estos pacientes, favoreciendo una mejor nutrición, salud oral, seguridad personal y desarrollo social. Este artículo busca sensibilizar al profesional de la salud sobre las diferentes áreas a trabajar en conjunto y ofrecer un tratamiento multidisciplinario al adulto mayor.

En la prevención de las enfermedades sistémicas y orales se identificaron factores desencadenantes de una exacerbación patológica, observando la relación íntima entre el compromiso sistémico y las enfermedades orales.

Palabras clave: adulto mayor, prevención, periodontitis, sistémico, oral

Abstract

Today, the population of older adults has increased significantly, as well as the importance of having more knowledge about their pathologies and how to control them. It has been observed that the elderly are exposed to multiple factors, both external and internal, which makes it essential to identify the fundamental needs of the patient for the correct planning of medical treatment.

Dentistry in this field of work plays an important role for the quality of life in these patients, favoring better nutrition, oral health, personal safety, and social development. This article seeks to sensitize the health professional about the different areas to work together and offer a multidisciplinary treatment to the elderly.

In the prevention of systemic and oral diseases, triggering factors of a pathological exacerbation were identified, observing the intimate relationship between systemic involvement and oral diseases.

Keywords: older adult, prevention, periodontitis, systemic, oral

Metodología

Se realizará una revisión de la literatura (artículos científicos sobre el tema) con la finalidad de conocer los antecedentes de la problemática.

Objetivo

Sensibilizar e informar al profesional de la salud sobre el impacto de la prevención para mejorar la salud bucal, salud general y calidad de vida en el paciente adulto mayor.

Introducción

El paso de los años para el ser humano es inevitable. El deterioro progresivo de su estado fisiológico está relacionado con la edad y la disminución de la capacidad interna, lo que da como resultado una mayor vulnerabilidad ante los diversos factores externos e internos.

Las diferentes etapas de productividad y los cambios en el estilo de vida asociados con el retiro laboral y el envejecimiento están íntimamente asociados con la aparición de enfermedades cardiovasculares, pulmonares, musculares, neurológicas, trastornos del sueño, cambio en las actitudes y estado de ánimo del adulto mayor.1

En este artículo se abordará la relación que existe entre el deterioro sistémico y la salud oral en el adulto mayor, dando recomendaciones y haciendo énfasis en la prevención de factores potenciales en esta etapa de la vida; en ellos, las alteraciones bucales son factores de riesgo que contribuyen a los cambios de la dieta, el peso y la función física, mismos que se asocian con la fragilidad del individuo.2

La fragilidad va más allá de los cambios físicos y tiene un conjunto de factores multidisciplinarios, como son factores psicológicos y sociales, estado cognitivo, apoyo social y otros factores ambientales, incluyendo los económicos. Se menciona que este síndrome se consideraba una discapacidad, si bien actualmente se propone que la fragilidad es un factor etiológico y potencial para generar limitaciones funcionales en el paciente.2

Se han propuesto diversas definiciones de la fragilidad del adulto mayor. Woodhouse et al. propusieron que las personas frágiles son aquellas de 65 años o más que dependen de otros para las actividades de la vida diaria y se encuentran a menudo bajo cuidado institucional.Por otro lado, Hougaard la define como un modelo de efectos aleatorios para las variables de tiempo, donde el efecto aleatorio (fragilidad) tiene un efecto multiplicativo en el riesgo.3,4

La definición más acertada en la literatura es la de la Sociedad Americana de Geriatría, que la define como un estado de mayor vulnerabilidad a los factores de estrés debido a la disminución relacionada con la edad en la reserva fisiológica a través de los sistemas neuromuscular, metabólico e inmunológico.4

A nivel epidemiológico, se han reportado prevalencias de fragilidad entre 26.7 y 42.6%. Se han llevado a cabo 15 diversos estudios en México para conocer la prevalencia de fragilidad, fluctuando de 14.1 a 39.5% en población general, 15 a 18 y 14.1 a 20.6% en población que vive en la Ciudad de México.2

Es por eso por lo que esta investigación se enfoca en un sentido preventivo, más que resolutivo, informando al profesional de la salud diversas estrategias y tratamientos preventivos.

Como lo menciona la Organización Mundial de la Salud, uno de sus principales objetivos es motivar a las personas para que tengan como meta ser saludables, sepan cómo mantenerse sanas y realicen cuanto esté a su alcance, en forma individual o colectiva, para mantener la salud y buscar ayuda cuando sea necesario. Para lograr lo anterior, el autocuidado se convierte en la principal estrategia.4

Desarrollo

El compromiso sistémico y las enfermedades tienen una relación estrecha con la repercusión en la salud oral. Como ya se mencionó, la fragilidad es un conjunto de diferentes factores que resultan en una vulnerabilidad en el paciente. Las afecciones bucodentales pueden causar repercusiones como cambios en la dieta, el peso y la función física.4

Se ha observado un aumento poblacional significativo del adulto mayor. El deterioro gradual de las condiciones de salud física y mental que acompaña al proceso de envejecimiento determina puntualmente que haya una mayor demanda de asistencia y servicios de salud. Los padecimientos en el adulto mayor son crónicos y de larga duración, por lo que repercuten a nivel económico institucional, ya que hay un aumento de costos para la asistencia y cuidados de los mismos.4

Las principales patologías que se presentan en un adulto mayor incluyen hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus (DM), osteoartritis y enfermedades vasculares y cerebrovasculares. Como se ha mencionado, la fragilidad está ligada con el deterioro progresivo del individuo en la evolución de los años, con un conjunto de hábitos y el ambiente en que se desarrolla.5

Hipertensión arterial

La hipertensión arterial, es decir, el aumento crónico de la presión arterial (sistólica ≥ 140 mmHg o diastólica ≥ 90 mmHg) tiene una causa desconocida en el 80 a 95% de los casos. Actualmente se reconoce como un problema de salud pública en diversos sectores poblacionales, teniendo una mayor prevalencia en pacientes adultos y adultos mayores.6

Esta enfermedad puede tener diversas complicaciones, como discapacidad, accidentes cerebrovasculares y casos de cardiopatía isquémica, así como enfermedades relacionadas con esta (como accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, nefropatía e insuficiencia cardíaca). Por eso, se le considera un problema de salud pública y es responsable de un número relevante de muertes a nivel internacional.6

Los factores de riesgo no son específicos y van desde factores ambientales, antecedentes familiares, toxicomanías, sedentarismo, obesidad, depresión y estrés. Su sintomatología no es específica y algunas referencias la declaran como asintomática. Las manifestaciones más comunes de la HTA son cefalea occipital, cambios en la visión, oídos retumbantes, vértigo, decaimiento y prurito en manos y pies. Si están involucrados órganos como el riñón, el cerebro, el corazón o los ojos, habrá otros signos y síntomas relativos a esos órganos.5,6

En cuanto a las repercusiones clínicas bucales, se asocian con los medicamentos utilizados para el tratamiento de la enfermedad, con una posible relación en la aparición de las lesiones bucales. Dichos fármacos tienen efectos secundarios como xerostomía, que provoca una mayor vulnerabilidad de la cavidad oral, incrementando así el riesgo de presentar caries dental, dificultad en la masticación y la deglución, lengua quemada y disminución en la retención de prótesis.5

Los medicamentos antihipertensivos, como las tiazidas, metildopa, propanol y labetalol, se asocian con efectos secundarios como lesiones liquenoides, síndrome de la boca seca, hipotensión ortostática y diátesis hemorrágica.5,6

Se ha observado que los fármacos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), diuréticos y bloqueadores de canales de calcio están asociados con la presencia de efectos secundarios como alteraciones del gusto o eritema multiforme por una reacción de hipersensibilidad.5

Referente a un estudio descriptivo realizado en 40 pacientes hipertensos mayores de 19 años de ambos sexos, pertenecientes al consultorio 20-32 del Policlínico (Marta Abreu) del municipio Santa Clara en el período de abril 2018–septiembre 2019, se obtuvieron resultados que mencionan que las principales afecciones se presentaron en el sexo femenino de la muestra poblacional de 60 años, con predominio de enfermedad periodontal y caries dental. Respecto al grupo masculino, hay mayor presencia de leucoplasia. Estas repercusiones clínicas no se asocian totalmente con la enfermedad, también se debe tener en cuenta los cuidados e higiene orales del paciente.6

Diabetes mellitus

Es una patología de carácter crónico que se produce cuando el organismo pierde su capacidad de producir la insulina necesaria y a la vez utilizarla de manera eficaz. Esta enfermedad involucra a gran cantidad de población a nivel internacional. Se ha estudiado la enfermedad y su evolución a lo largo del tiempo, lo que ha permitido observar una serie de manifestaciones clínicas a nivel oral.7

Aproximadamente 62 millones de personas en el continente americano padece diabetes y a nivel internacional las cifras alcanzan a 422 millones de personas; la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos, alcanzando cifras de 244,084 muertes en Norteamérica y Latinoamérica. Se refiere que ocurren 1.5 millones de muertes a nivel internacional a causa de diabetes cada año. Tanto el número de casos como la prevalencia de diabetes han aumentado constantemente durante las últimas décadas. La diabetes se considera un problema de salud pública cuyo impacto en términos económicos, sociales y en la calidad de vida la convierte en una prioridad nacional e internacional.7,8

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a la diabetes en cuatro grandes grupos:

  1. Diabetes tipo 1
    1. Afecta a un 5 a 10% de todos los diabéticos
    1. Se presenta con mayor frecuencia en etapas tempranas de la vida
    1. Como característica principal, tiene la disminución de insulina derivada de la destrucción de las células beta del páncreas por mecanismos autoinmunes
  2. Diabetes tipo 2
    1. Mayor incidencia, afectando al 90 a 95% de todos los pacientes
    1. Se presenta con mayor frecuencia en la edad adulta. Está asociada con obesidad central, dislipidemia r hipertensión arterial en gran porcentaje de los pacientes.
    1. Presenta resistencia tisular a la insulina con sobreproducción, generalmente de la misma
  3. Diabetes de causa secundaria a otras condiciones patológicas
    1. Asociada con enfermedades pancreáticas, alteraciones hormonales, inducidas por fármacos, de causa genética, etc.
  4. Diabetes gestacional.
    1. Se presenta durante el embarazo y ocurre entre 1 a 14% de las embarazadas y regularmente desaparece en el puerperio.7,8

El diagnóstico de esta enfermedad está basado en el espectro de la glucosa plasmática en ayunas. Los parámetros son los siguientes:

La prueba de tolerancia a la glucosa oral se realiza 2 horas después de la ingesta de 75 mg de glucosa, teniendo como parámetros los valores de 140 a 199 mg/dL y definiendo a la diabetes como cifras de glucosa mayores de 200 mg/dL.8

Las principales afecciones en cavidad oral incluyen enfermedades periodontales, caries dental, boca seca o xerostomía, estomatopirosis (boca ardiente), alteraciones del gusto, candidiasis oral, mucormicosis o ficomicosis, glositis romboidal media, agrandamiento de las glándulas salivales, liquen plano bucal y reacciones liquenoides.7

Osteoartritis

En la actualidad, el proceso de envejecimiento que atraviesa nuestro país es de suma importancia para la observación de estudios a nivel poblacional, ya que el porcentaje de derechohabientes que son mayores de 65 años supera el porcentaje correspondiente a nivel nacional.9

La osteoartritis es una enfermedad inflamatoria crónica y multisistémica de causa autoinmune que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones sinoviales con daño al cartílago y destrucción ósea. En los últimos 10 años se ha observado que el tratamiento para osteoartritis se basa en medidas farmacológicas, mediando el dolor y la inflamación. Los fármacos disminuyen los síntomas y curso de la enfermedad, pero esto es insuficiente comparado con el costo-beneficio y se vuelve una enfermedad con un compromiso económico nacional significativo.5,9

Las manifestaciones clínicas a nivel bucofacial son frecuentes en estos pacientes, encontrándose afectaciones en la articulación temporomandibular (ATM), lo que disminuye la apertura de la cavidad oral, impidiendo la función de masticación, deglución, habla, higiene oral, ruidos articulares y, entre estos, chasquidos, así como desviación mandibular durante la ejecución de los diferentes movimientos, limitación de la apertura bucal y dolor muscular. Esto aumenta la probabilidad de mala higiene, infecciones orales y enfermedad periodontal.5,9

Enfermedad vascular

Constituye la segunda causa a nivel internacional de muerte. Se determina que para el 2030 podría elevar su incidencia hasta en 44%. Su prevención se basa en la modificación de hábitos a nivel poblacional, teniendo posibilidad de disminuir su incidencia en un 80%.

La secretaría de Salud determina que es un problema de salud a nivel nacional, ya que está afectando a la mayor parte de la población, aumentando su tasa de mortalidad en pacientes menores a 65 años.10

Se ha comprobado que la enfermedad periodontal se asocia con un aumento en la probabilidad de presentar una enfermedad vascular cerebral debido a los microorganismos presentes en la periodontitis, los cuales ingresan al torrente sanguíneo, causando una respuesta hiperinflamatoria del epitelio vascular, afectando directamente a su estructura. Esto resulta en desprendimiento de las placas de ateromas, aumentando el riesgo de ateroesclerosis, infarto cerebral isquémico aterotrombótico er infecciones sistémicas, cerebrales, cardiacas y pulmonares.5,10

Prevención

Actualmente la atención de la salud se ha tornado a un enfoque completamente resolutivo en sus enfermedades. Es por eso por lo que se realiza esta investigación, con la finalidad de evidenciar el enfoque preventivo en todos los sectores de salud, haciendo énfasis en la práctica preventiva de riesgos en la salud. De acuerdo con las referencias revisadas, se ha identificado que las medidas preventivas pueden disminuir en cierto porcentaje el riesgo o riesgos que predisponen al paciente a una enfermedad.

Lo primordial en un adulto mayor es la medida preventiva de higiene y aseo personal. Esto incluye la técnica correcta de cepillado dental, limpieza, mantenimiento de prótesis dentales y asistencia al dentista. Estas indicaciones involucran a su núcleo familiar pues, como se mencionó antes, se considera que en el adulto mayor existe una probabilidad alta de presentar fragilidad, que tendrá como resultado una dificultad de poder desarrollar por sí solo sus actividades personales diarias.

La atención odontológica en el adulto mayor debe de identificar las necesidades individuales de la salud oral, así como las necesidades del adulto mayor frágil para poder brindar un plan de atención personalizado, contando con los recursos mínimos indispensables para una atención de calidad en el paciente adulto mayor.2

La cavidad oral no está exenta de deterioro a la hora de envejecer, por lo que se observa una serie de cambios graduales, irreversibles y acumulativos, lo que origina un mayor riesgo a los agentes traumáticos e infecciosos. Se debe brindar instrucción para ayudar con la higiene oral del familiar o paciente, capacitar al núcleo familiar en las técnicas de higiene oral y, en dado caso que estas actividades las desempeñe una enfermera o cuidadora, se deberá estar seguro de que esté capacitada para realizarlas. En México, las técnicas de higiene oral desempeñadas por el personal de enfermería presentan diversas limitaciones y, en consecuencia, no hay una atención dental efectiva en el adulto mayor. Por ello, se han implementado nuevos programas en los hospitales para informar la importancia de la capacitación en los temas de prevención de salud oral.11

El desarrollo personal de un adulto mayor tendrá impacto en su función, salud y a nivel social, es por eso por lo que se dan indicaciones integrales en los diferentes profesionales de salud encargados de los cuidados en el paciente:

  • Intervención nutricional
  • Interconsulta con médico geriatra
  • Interconsulta con psicología
  • Actividades recreativas
  • Actividades sociales y culturales
  • Prevención de la malnutrición en la persona mayor
  • Ejercicio físico
  • Prevención del aislamiento social
  • Prevención de la fragilidad en la persona mayor
  • No al maltrato del adulto mayor
  • Prevención del deterioro cognitivo y demencia1

Siguiendo las medidas preventivas de salud, podremos ofrecer una calidad de vida más completa al paciente, buscando un desarrollo positivo en esta etapa de la vida.

Conclusiones

Si bien se ha determinado que hay un alto riesgo de incapacidad o dificultad para realizar actividades cotidianas en el adulto mayor, se debe involucrar al familiar o encargado en estas actividades con la finalidad de desempeñarlas de manera efectiva.

Es inevitable el deterioro de las funciones en un adulto mayor, como lo es también el deterioro de la salud general, y en esta etapa de la vida juega un papel fundamental la prevención de enfermedades o exacerbaciones de las mismas, así como evitar el aislamiento familiar y estimular al adulto mayor a desempeñar actividades nuevas.

La vulnerabilidad y posibilidad de presentar fragilidad es muy alta y en ocasiones inevitable. Se ha observado que el deterioro general de salud no está separado del deterioro de la salud oral, por lo que es de suma importancia el comprender que un compromiso sistémico tendrá repercusiones y efectos secundarios en la cavidad oral.

Estas repercusiones clínicas podrían prevenirse con diversos cambios, como lo son los hábitos, alimentación, sedentarismo, control de los medicamentos, seguimiento de la atención médica y dental, al igual que control y prevención de las enfermedades sistémicas.

Es importante conocer las posibles complicaciones a nivel oral que desencadena una enfermedad sistémica y es necesaria su investigación para el manejo resolutivo y preventivo, brindando así un mejor pronóstico terapéutico.

El núcleo familiar es la base para el desarrollo pleno de un adulto mayor, de modo que la comunicación, afecto y apoyo económico tendrán un papel importante para el estado general de salud.

Debe informarse al profesional de la salud la importancia de definir e implementar un tratamiento individualizado para el adulto mayor, atendiendo a las necesidades y características clínicas de cada individuo, haciendo énfasis en la cultura de prevención.

Referencias

  1. Acosta M. García R. Baena M. Gorronogoitia A. Herreros YM, del Canto A, Magán P, Lesende I. Actividades preventivas en el mayor. Actualización PAPPS 2022, Elsevier, 2022:2-19.
  2. Velázquez L, Cárdenas A, Sánchez S. Salud oral y fragilidad en adultos mayores. Casos y Revisiones de Salud 2018;49- 55.
  3. Lucero C, Verna EC. The Role of Sarcopenia and Frailty in Hepatic Encephalopathy Management. Clin Liver Dis 2015;19:507-528.
  4. Vázquez J, Ramos R, Rodríguez S, Fernández R. Conocimientos sobre Salud bucal del adulto mayor. Consultorio 10. Policlínico “Dr. Tomas Romay”. Rev. Med. Electrón 2017–2018.
  5. Valledor J, Aguila C. Relación entre las enfermedades sistémicas y las enfermedades bucales en el adulto mayor. Arch méd Camagüey 2022.
  6. Rodríguez A, Lemus L, Mella S. Estado de salud bucal en pacientes hipertensos. Medicent Electrón 2021;472-478.
  7. González I, Arroyo D. Diabetes mellitus, manifestaciones en cavidad oral. Una revisión de tema. Revista médica Risaralda 2019;25(2).
  8. Diabetes, Organización Panamericana de Salud 2023. Diabetes – OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org).
  9. Rodríguez E, Quiñones M, Negrete J, Moralez G, Negrete JJ, Bello D, Solano N, Camacho Y, Rodríguez A, Martínez N, Cruz D. Modelo de atención para el tratamiento de pacientes con osteoartritis del primer al tercer nivel. Acta Ortopédica Mexicana 2021;35(4):331-340
  10. Arauz A, Ruíz A. Enfermedad Vascular Cerebral. Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM 55(3).
  11. García K, Macedo A, Galván G, García P, Sánchez S. El papel de enfermería en la salud bucal de adultos mayores. Rev Enferm Inst Mex Seguro Soc 2020;28(3):245-25.

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