Del escáner al alineador: integración del flujo digital en ortodoncia moderna
AUTOR: Abigail Isabel Osorio Ávila
Resumen
La digitalización ha cambiado profundamente la forma en que se practica la ortodoncia, convirtiendo al flujo digital en una herramienta clave en los tratamientos actuales. Este proceso va desde el escaneo intraoral, que reemplaza las impresiones tradicionales por modelos digitales más cómodos y precisos, hasta la planificación, el diseño y la fabricación de alineadores transparentes. Mediante programas especializados, el ortodoncista puede visualizar el tratamiento en 3D, realizar ajustes personalizados y diseñar alineadores que se adapten a las necesidades de cada paciente. Aunque estos sistemas permiten realizar movimientos dentales controlados y eficaces, también tienen algunas limitaciones biomecánicas que deben ser evaluadas con criterio clínico.
Los alineadores pueden fabricarse en laboratorios externos o dentro de la misma clínica si se cuenta con la tecnología adecuada. Además, el monitoreo remoto, a través de apps o plataformas digitales, facilita el seguimiento del tratamiento y mejora la colaboración del paciente. Sin embargo, implementar el flujo digital también implica ciertos desafíos, como el costo de los equipos, la curva de aprendizaje y la necesidad de mantenerse actualizado. Este artículo busca analizar cada etapa del flujo digital en ortodoncia, destacando sus ventajas, sus aplicaciones clínicas y los aspectos clave para una implementación efectiva en la práctica diaria.
Palabras clave: ortodoncia digital, escáner intraoral, alineadores transparentes, flujo digital, impresión 3D, planificación 3D,CAD/CAM, inteligencia artificial
Abstract
Digitalization has significantly transformed orthodontic practice, making the digital workflow an essential component of modern treatments. One major advancement is intraoral scanning, which replaces traditional impressions with more comfortable and accurate digital models. This transformation also includes the planning, design, and fabrication of clear aligners. Using specialized software, orthodontists can visualize treatments in 3D, make personalized adjustments, and design aligners tailored to each patient’s specific needs. While these systems improve the control and efficiency of dental movements, they also present biomechanical limitations that require sound clinical judgment for evaluation. Aligners can be produced in either external laboratories or in-house, provided the clinic has the necessary technology. Additionally, remote monitoring through apps or digital platforms enhances clinical follow-up and improves patient compliance. However, adopting a digital workflow presents its own challenges, including equipment costs, a steep learning curve, and the need for ongoing technological updates. This article explores each stage of the digital workflow in orthodontics, highlighting its benefits, clinical applications, and critical considerations for successful integration into daily practice.
Keywords: digital orthodontics, intraoral scanner, clear aligners, digital workflow, 3D printing, 3D planning, CAD/CAM, artificial intelligence.
Introducción
En los últimos años, la ortodoncia ha cambiado mucho gracias a las nuevas tecnologías. El flujo digital incluye desde el escaneo de la boca hasta la fabricación personalizada de alineadores y ha transformado la forma en que los ortodoncistas diagnostican, planifican y realizan tratamientos.1,2 Este avance ha mejorado tanto la precisión como la experiencia del paciente y también ha hecho más eficientes los procesos clínicos.3
El uso de escáneres intraorales está reemplazando las impresiones tradicionales, evitando errores comunes de los materiales y modelos de yeso.4 La evidencia muestra que los escaneos digitales son más precisos que los métodos antiguos y permiten un mejor análisis de la mordida y la forma dental.5,6
Los programas de planificación digital ayudan a simular el movimiento de los dientes con gran detalle. Esto permite al ortodoncista tomar decisiones más informadas y al paciente ver los posibles resultados antes de empezar.7 Además, esta información se puede usar para crear alineadores con impresoras 3D, adaptados a cada fase del tratamiento.8
No obstante, aplicar el flujo digital también tiene desafíos, como la necesidad de aprender a usar la tecnología, la inversión en equipos y algunas limitaciones biomecánicas en los movimientos que pueden lograr los alineadores.9,10
Escaneo intraoral: base para una planificación precisa
El escaneo intraoral es el primer paso del flujo digital. Reemplaza las impresiones convencionales de alginato o silicona, usando una cámara que toma imágenes digitales de los dientes y encías. Estas imágenes se convierten en archivos STL que sirven para diagnosticar, planificar y fabricar dispositivos.1,2
Entre sus ventajas están su precisión, comodidad para el paciente y ahorro de tiempo. Estudios confirman que los escaneos son tan o más exactos que las impresiones convencionales, sobre todo en casos no muy extensos.3,4
Clínicamente, permite ver en tiempo real la forma de los dientes y encías, detectando con más facilidad desgastes o posiciones incorrectas. Además, al integrarse con software de planificación, agiliza el trabajo y reduce errores manuales.5
Existen distintos tipos de escáneres (iTero®, TRIOS®, Medit®), cada uno con distintas características. Elegir uno depende del tipo de tratamiento y del flujo de trabajo de la clínica.6,7 Este tipo de escaneo también mejora la experiencia del paciente, sobre todo en niños o personas nerviosas, ya que evita náuseas y es menos invasivo. Además, permite mostrar los modelos en pantalla y explicar mejor el tratamiento.8,9
Planificación digital del tratamiento ortodóntico
Después de escanear, los archivos digitales se procesan en programas especializados que permiten planear cada paso del tratamiento con gran precisión.1,2
Esto marca una gran diferencia con el diagnóstico tradicional. Ahora es posible ver cómo se moverán los dientes, calcular el tiempo estimado del tratamiento y simular los resultados desde el inicio. También se pueden hacer mediciones digitales, análisis de espacio y simulaciones de mordida.3,4

Entre los programas más usados están ClinCheck® (Invisalign), OrthoAnalyzer® y DentalCAD®. Permiten planear tratamientos con alineadores, brackets indirectos o aparatos fijos.5
La planificación digital ayuda a:6,7
- Medir espacios disponibles
- Prever si se necesitan extracciones o desgaste
- Planear movimientos difíciles
- Diseñar attachments y uso de elásticos, si es necesario
También mejora la colaboración con otros especialistas y permite mostrarle al paciente cómo será su tratamiento, lo que aumenta su compromiso.8
Es importante que el ortodoncista revise cada paso del plan para asegurar que sea posible desde el punto de vista biomecánico, que no afecte la salud periodontal y que el resultado final sea estable.9,10
Diseño y biomecánica de los alineadores
El diseño de los alineadores es clave. A partir de la planificación digital, el ortodoncista decide cómo se moverán los dientes en cada etapa del tratamiento.1
A diferencia de los brackets, los alineadores mueven los dientes por la presión que ejerce el plástico. Por eso, es necesario planificar bien el orden, la fuerza y la dirección de los movimientos.2,3
Los attachments (pequeños relieves de resina en los dientes) ayudan a mejorar el agarre y guiar los movimientos. Se diseñan de forma personalizada según el objetivo clínico, como rotar dientes, moverlos hacia arriba o abajo, o mantenerlos estables.4,5
El software también permite agregar cortes para elásticos, hacer sobrecorrecciones y planear refinamientos (alineadores extra al final para ajustar detalles).6
Los alineadores suelen estar hechos de plásticos especiales, como SmartTrack® o Zendura FLX®, que combinan flexibilidad y fuerza. La efectividad depende del grosor, de la forma del diente y del diseño del alineador.7
Los alineadores son muy útiles en algunos movimientos como:8,9
- Bajar incisivos sin afectar molares
- Expansión leve de arcadas
- Rotaciones de premolares o caninos con attachments bien planeados
Sin embargo, tienen limitaciones en movimientos complejos como mover raíces, cerrar espacios grandes o enderezar molares. En estos casos puede ser necesario usar otros dispositivos.10
Fabricación y entrega de alineadores
La fabricación es el paso en el que el plan digital se convierte en realidad. Una vez validado el tratamiento, se crean modelos digitales para cada fase y se imprimen con impresoras 3D. Luego se forma el alineador sobre esos modelos usando calor y plástico especial.1,2
Hay dos formas de fabricar alineadores:3,4
- En laboratorios externos como Invisalign o ClearCorrect
- En la misma clínica con equipos propios, lo que da más control y rapidez
Los pasos principales son:
- Imprimir los modelos 3D
- Termoformar el plástico
- Recortar y pulir los alineadores
- Verificar la calidad
Los materiales más usados son SmartTrack®, Zendura®, Duran® y Essix®, y se eligen según su fuerza, flexibilidad y transparencia.5,6
Es muy importante probar el primer alineador en boca, para asegurarse de que el escaneo y el plan sean correctos. Si no encaja bien, puede haber errores en alguna etapa.7
Hacer los alineadores en la clínica tiene ventajas, como mayor velocidad y menor costo a largo plazo, pero requiere personal capacitado, protocolos de limpieza y aprendizaje técnico.8
Al entregar los alineadores, se deben dar instrucciones claras de uso, limpieza y revisión, además de herramientas para controlar el progreso, como escaneos remotos o apps.9
Monitoreo digital del progreso
Controlar el avance del tratamiento es clave. Antes, esto se hacía solo en la consulta. Ahora, con herramientas digitales, el paciente puede enviar fotos o escaneos desde su casa, usando su celular y apps específicas.1
Sistemas como Dental Monitoring® usan inteligencia artificial para analizar las imágenes del paciente y avisar al ortodoncista si hay algún problema o si el tratamiento no avanza como se espera.2-4 Esto permite detectar desviaciones a tiempo, aumentar la responsabilidad del paciente, ajustar la velocidad de cambio de alineadores y reducir consultas presenciales.5,6 También se puede revisar la higiene, verificar los attachments y ver si el paciente usa bien los alineadores. Algunos sistemas miden incluso el tiempo real de uso con sensores.7
Aunque es muy útil, este tipo de monitoreo requiere que el paciente sepa usar tecnología, tenga acceso a internet y esté comprometido. Además, no elimina del todo la necesidad de consultas físicas.8
En resumen, el seguimiento digital hace que el tratamiento sea más flexible, personalizado y eficiente.
Ventajas clínicas y desafíos
El uso del flujo digital ha mejorado mucho la precisión del diagnóstico y la planificación, ayudando a predecir los movimientos dentales y mostrando al paciente cómo quedará su sonrisa.1,2 También ha hecho más eficiente el trabajo del ortodoncista, reduciendo tiempos y pasos, lo cual es muy útil en clínicas con muchos pacientes.3
Los pacientes también están más satisfechos porque los procedimientos son menos incómodos y pueden entender mejor su tratamiento.4 Pero hay desafíos: los equipos y programas son costosos, y el ortodoncista necesita tiempo y capacitación para aprender a usarlos bien.5,6
Además, los alineadores no siempre pueden realizar todos los movimientos necesarios, por lo que a veces se deben usar aparatos adicionales o métodos tradicionales.7,8 Por eso, el ortodoncista debe usar estas herramientas sin dejar de aplicar su juicio clínico.
Conclusiones
El flujo digital se está convirtiendo en un estándar en ortodoncia al mejorar la precisión, la eficiencia y la experiencia del paciente. Sin embargo, su uso debe ser cuidadoso. El ortodoncista debe evaluar cada caso, integrar su conocimiento clínico y usar la tecnología como una herramienta, no como un reemplazo.
En el futuro, tecnologías como la inteligencia artificial, los datos genéticos y nuevas formas de impresión podrían hacer los tratamientos aún más personalizados y rápidos.
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